Logística de última milla optimiza costes y permite estar cerca de los clientes

Pero, a medida que aumenta el número de consumidores que realizan sus compras a través de Internet, las instalaciones de última milla se han convertido en la fórmula perfecta de obtener lo mejor de ambos mundos.

La importancia de la última milla

El constante aumento en el número de envíos que se está registrando en toda España ha hecho que la logística de última milla cobre más importancia que nunca. Como paso final del proceso que lleva un producto a la puerta del cliente, es crucial que todo funcione a la perfección para poder cumplir las altas expectativas de los consumidores en términos de fiabilidad y rapidez de entrega.

Disponer de un espacio logístico en esta zona clave ofrece a las empresas todo tipo de ventajas, tanto a nivel operativo como económico. Quizá lo más importante es que les permite llegar fácilmente a grandes zonas urbanas con alta densidad de población. Y estar más cerca de los clientes significa tiempos de envío más rápidos y costes de entrega reducidos.

Pero las ventajas no acaban ahí. Contar con una instalación de última milla también permite a las empresas utilizar vehículos eléctricos para sus entregas, sin tener que hacer frente a desplazamientos extremadamente largos. Y esto no solo reduce aún más los costes, sino que también ayuda a las empresas a operar de forma más sostenible.

¿Última milla o local en pleno centro urbano?

Por supuesto, muchas de las ventajas comentadas también se aplican a las ubicaciones céntricas en pueblos y ciudades. Pero hay múltiples razones clave por las que una ubicación de última milla a menudo sigue siendo la mejor opción.

La primera es el coste. Una ubicación céntrica conlleva naturalmente un alquiler mucho más elevado, lo que significa que una mayor parte del presupuesto de una empresa se destina a pagar el espacio, en lugar de contratar personal, reponer el producto o invertir en el crecimiento de negocio.

Los centros urbanos también pueden presentar complicaciones a nivel operativo. Encontrar un local con espacio suficiente para que puedan aparcar los empleados no es tarea fácil. Y, por lo general, cualquier espacio comercial será mucho más pequeño que lo que podríamos encontrar algo más lejos del centro.

Por último, pero no por ello menos importante, un local situado en el centro de una ciudad podría hacer que nuestro negocio se limitara únicamente a dar servicio a esa zona en concreto. En cambio, una nave de última milla ubicada entre varias localidades distintas nos abre más posibilidades, además de darnos un acceso más directo a redes de carreteras nacionales.

Encontrar el espacio de última milla adecuado

Si la opción que mejor responde a las necesidades de su empresa es un espacio de última milla, hay algunas preguntas que debería hacerse a la hora de buscar la nave más adecuada.

En primer lugar, ¿qué tipo de conexiones va a necesitar en términos de transporte? Aparte de una zona de aparcamiento para su plantilla y fácil acceso para los vehículos de reparto, podría necesitar una buena comunicación con puertos, terminales de contenedores o incluso aeropuertos (si tiene previsto importar o exportar productos fuera de su región).

Después, piense en las dimensiones del espacio que va a necesitar. ¿Busca algo que encaje con las necesidades concretas que tiene su empresa en estos momentos? ¿O es mejor encontrar un almacén algo más amplio que le dé margen para crecer?

También debe considerar los servicios e instalaciones que necesitará en su nave de última milla. Puede que incluya cargadores para vehículos eléctricos, pero también es posible que necesite espacios de oficina específicos y sistemas de seguridad, o que tenga sus propios requisitos de tamaño y potencia para equipos especializados. Tenga en cuenta estas necesidades para asegurarse de que su espacio se adapte a sus operaciones.

Sea como sea ese espacio perfecto, en Mileway podremos ayudarle a encontrarlo gracias a la cartera de activos de última milla que tenemos por toda España.